Iberdrola arrancó ayer en Castellón su proyecto más vanguardista en distribución eléctrica con la puesta en marcha de la primera red inteligente de España. La compañía invertirá 22 millones de euros hasta final de año en adaptar los 600 centros de transformación con tecnología avanzada y en sustituir los 100.000 contadores que dan servicio a los 180.000 habitantes de la ciudad.
Esta nueva infraestructura va a permitir la prestación de servicios a distancia, como la lectura de los equipos de medida, la realización de altas y bajas de los contratos o la modificación de la potencia contratada. Además, los usuarios podrán acceder en tiempo real a los datos de su consumo y disfrutar así en un futuro, si se aprueba la regulación oportuna, de las tarifas flexibles, lo que contribuirá a incrementar la eficiencia energética. La sustitución de contadores por los nuevos digitales sólo implica para el usuario el pago de los derechos de enganche (9,04 euros más IVA).
Fuente: Las provincias